Tengo la sospecha de que la decisión de las FARC y del ELN de arreciar su actividad terrorista, no bastante el avance de las negociaciones que se surten en La Habana, obedece a una estrategia planificada, que está a punto de dar el único resultado esperado por los grupos subversivos.
La mesa de diálogos está literalmente cercada por observadores de todos los rincones del mundo. Personalidades con amplio reconocimiento mundial, por su bagaje en la defensa de los derechos civiles, que han ganado su prestigio mediante actividades filantrópicas desarrolladas a lo largo de todas sus vidas. Allí no solamente confluyen observadores de los países más respetuosos de los derechos humanos, sino también veedores de otras regiones del mundo, así como voceros de las víctimas y demás.
Ante el accionar irracional de la guerrilla, durante los últimos días, me surge la siguiente hipótesis:
La guerrilla definitivamente no está interesada en suscribir un acuerdo de paz. Pero ante el cerco que entorno de la mesa de diálogos tiene, de parte de observadores de países muy respetables de todo el mundo, encuentra imposible tomar la decisión de levantarse de la mesa, abandonar los diálogos y dejar truncado el proceso de paz, por causas imputables a su falta de interés.
Amparada en la determinación de no acceder a un cese de las hostilidades, está empeñada en hacer hasta lo imposible para colmar la paciencia del gobierno, al punto que sea éste quien un día, que no debe estar muy lejano, y ante la sucesión irracional de actos terroristas, imparta una orden perentoria a sus voceros en La Habana, en el sentido de que ante la actitud irracional de la guerrilla y ante la falta de interés en la negociación, se levanten de la mesa y abandonen el proceso de diálogo.
De esa manera la guerrilla dejará evidenciado, ante la opinión pública internacional, que es el gobierno el que no tiene intención de llegar a un acuerdo negociado y, de esa manera, habrá conseguido la exhibición mediática que era su único objetivo y la demostración, ante el concierto de las naciones, de que es el gobierno el belicista y el que no tiene interés en lograr la paz para los colombianos.
Bogotá, 31 de julio de 2014